El primer faraón del Antiguo Egipto fue Menes, unificador del Imperio y fundador de la capital: Menfis. Fue el primero en su dinastía, que tuvo otros nueve faraones.
En total, en el Antiguo Egipto hubo 33 dinastías de faraones en sus más de 3000 años.
Como ya hemos dicho anteriormente, los faraones eran como dioses en la tierra para los egipcios y eran adorados. En su honor se hacían ofrendas y monumentos.
Cuando un faraón moría, su cuerpo era embalsamado y momificado. Los egipcios momificaban a sus muertos para conservar su cadáver, pues creían en la vida más allá de la muerte. Además se enterraban con sus bienes, con alimentos y joyas, para disfrutar de ellos donde fueran tras morir.
Las pirámides eran construidas para servir de tumba a los faraones. En ellas había trampas para que nadie robara las riquezas con las que se enterraban a los faraones. La construcción de estas era lenta y podría prolongarse durante más de 20 años de trabajo continuo.
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